Las personas que, como nosotros, se dedican profesionalmente a los Recursos Humanos tienen una habilidad innata para descubrir el talento y fortalezas de cada empleado.
Además, gracias los últimos avances tecnológicos, tenemos a nuestra disposición un sinfín de herramientas y estrategias que nos permiten confirmar o desmentir la certeza de nuestra intuición con datos objetivos. En este sentido, en el blog de Grupo Castilla ya hemos hablado sobre cómo las entrevistas por competencias nos pueden ayudar a identificar las habilidades de nuestros trabajadores. Y, más recientemente, hemos comprobado cómo las soluciones de Big Data nos aportan datos muy interesantes para optimizar nuestra relación con ellos. Así como potenciar su talento.
Como seguro que ya has puesto en práctica nuestros consejos, hoy queremos dar un paso más en nuestra estrategia para gestionar el talento y vamos a dar por hecho que has hecho bien tus deberes: conoces a fondo a tus empleados y has conseguido identificar con éxito sus mejores habilidades. ¿Qué toca hacer ahora? Pues, antes de nada, debes hablar con ellos. Al fin y al cabo, tú has descubierto cuáles son sus principales talentos, pero ¿los conocen ellos? Ten en cuenta que, si los trabajadores no son conscientes de su potencial, no podremos sacar lo mejor de ellos mismos. Y precisamente obtener lo mejor de cada uno, además de nuestra principal misión como responsables de RRHH, es fundamental para que nuestra empresa funcione correctamente. ¿Cómo podemos, entonces, conseguirlo? Los siguientes pasos pueden ayudarte a darles a conocer sus talentos y, al mismo tiempo, conseguir trabajadores motivados y comprometidos con la empresa.
1. Ayúdales a entender por qué necesitan conocer sus fortalezas
No se trata de sentarte con ellos en una sala y contarles, con detenimiento, que gracias a una entrevista por competencias o a una solución de software de RRHH has descubierto que sus principales habilidades son –por ejemplo–, el trabajo en equipo y el pensamiento analítico. Más bien, tu labor consiste en involucrarles en la búsqueda del autotalento, es decir, fomentar que ellos mismos se preocupen por conocer cuáles son sus fortalezas y, por qué no, también sus debilidades.
2. Enséñales por qué deben potenciar sus habilidades
Ahora que ya dedican parte de su tiempo a conocerse mejor, vamos a intentar cambiar algunos mecanismos de su mente, que pueden mermar su productividad. En Occidente, tendemos a centrarnos más en nuestras debilidades que en nuestras fortalezas, hasta el punto de dedicar mucho más tiempo a aquello que se nos da mal (y no nos gusta) que a lo que se nos da bien (y nos apasiona). Es parte de nuestra cultura y lo aprendemos desde pequeños. ¿No te lo crees? Piensa en un niño en edad escolar que tiene un sobresaliente en matemáticas y un suficiente en inglés. ¿A qué clases crees le apuntarán sus padres? La mayoría pensará que lo importante es mejorar su nivel de inglés y le apuntará a una academia para reforzar el estudio de esta lengua, pero… ¿qué pasaría si potenciaran su habilidad con las matemáticas?
Como profesionales de RRHH debemos intentar invertir esta tendencia porque, aunque esté generaliza, es muy dañina para los propios trabajadores y para la empresa. Es lo que se extrae de un estudio publicado por Gallup Internacional, en el que se destaca que las personas que utilizan sus fortalezas todos los días están seis veces más comprometidas en el trabajo que el resto; y que los equipos que se enfocan en sus fortalezas son un 12,5% más productivos.
3. Háblales del método sing y la importancia de disfrutar trabajando
Evidentemente, si queremos trabajadores motivados y comprometidos, necesariamente tienen que disfrutar con lo que hacen. Por eso, el autor del libro “Pon tus fortalezas a trabajar”, Marcus Buckingham, insiste en que las habilidades de un trabajador no son aquellas cosas que hace bien, sino que también deben reportarle felicidad. Y propone un método (SIGN por sus siglas en inglés) con el que los propios empleados pueden identificar sus fortalezas. Deben analizar si sus funciones cumplen con los siguientes parámetros: S (success)= éxito, eres efectivo cuando la haces; I (instinct)= instinto, la actividad te atrae antes de que se presente; G (grows)= crece el estado de concentración y tu cerebro se siente en estado de “flow”; N (needs) = necesitas hacer esa actividad ya que al terminar te sientes revitalizado, y pleno.
4. Hazles sentir valorados y a gusto
Por último, no te olvides de que los trabajadores son personas. Debes recordarles que su labor en la empresa es fundamental para el desarrollo de la misma, no se trata de hacerles sentir imprescindibles, sino de explicarles que todos son necesarios para el objetivo global. Además, debes intentar retener su talento aplicando medidas como: fomentar un buen clima laboral, elaborar planes de desarrollo personalizados, implantar nuevas políticas de incentivos, crear herramientas para que se sientan escuchados, etc.