Las políticas y programas de conciliación de la vida personal y profesional son necesarias, sobre todo ahora que la línea que separa ambas facetas se está empezando a difuminar.
Sin embargo, todavía hay algunas empresas, cada vez menos, que creen que la flexibilidad es sinónimo de bajada de rendimiento y basan sus ascensos en la política del presentismo, es decir, premiando a aquellos que pasan más horas en la oficina. Sabemos que este no es tu caso y que apuestas por la conciliación desde Recursos Humanos como medida beneficiosa para todos.
No lo decimos nosotros, sino las conclusiones de un estudio elaborado por IESE Business School que demuestra que los entornos laborales que favorecen la conciliación multiplican por cuatro el compromiso de sus trabajadores. Algo parecido apunta el último Barómetro de Empresas de la consultora internacional Deloitte, que pone de manifiesto cómo las políticas de conciliación de la vida profesional y personal influyen positivamente en la productividad de los empleados, tanto en el colectivo masculino (78%) como en el femenino (87%).
Concretamente, las modalidades de conciliación más implantadas por las empresas, y más valoradas por los trabajadores, son las relacionadas con el horario flexible, mencionadas por el 91% de los entrevistados por Deloitte, la reducción de jornada/salario para el 87%, el trabajo a tiempo parcial para el 78% y la ampliación del permiso maternidad/paternidad para el 72%.
Los que no apuestan por la conciliación, por su parte, aunque sea sin darse cuenta están invitando a sus trabajadores a buscar otra compañía donde trabajar, una que sí se preocupe por sus necesidades familiares y que confíe en ellos dándoles la flexibilidad que reclaman. Es lo que buscan, sobre todo, los empleados que pertenecen a las nuevas generaciones como los Millennial, que ven la flexibilidad como un elemento clave para su felicidad. En este sentido, conviene destacar que, según los resultados del estudio ‘2015 Internet Trends Report’ de la consultora internacional PricewaterhouseCoopers (PWC), el 19% de los Millennials creen que el mejor beneficio social que puede ofrecer una empresa es el horario flexible.
Tú, como responsable de RRHH, tienes la obligación de conseguir que tus empleados sean productivos, pero también que se sientan felices y orgullosos de trabajar donde trabajan. Por suerte, la conciliación te ayuda a conseguir todo al mismo tiempo. Pero, ¿cómo fomentarla? A continuación te damos algunas ideas para hacer que tu empresa sea más flexible y, además, más atractiva para tus empleados.
Acabar con la cultura del presentismo
La productividad de un trabajador no puede medirse por las horas que pasa sentado frente al ordenador porque, si solo te fijas en eso, puede que estés premiando a alguien que se pasa buena parte de la jornada laboral actualizando sus redes sociales o leyendo el periódico. Desde Grupo Castilla creemos que tienes que prestar atención a otros detalles, como la cantidad y la calidad del trabajo presentado por cada empleado antes de enfadarte porque nunca se ofrece voluntario para hacer horas extra.
Flexibilizar horarios
De hecho, lo ideal es que implantes una política flexible de horarios para que cada trabajador pueda acoplar su vida personal y profesional fácilmente. Desde luego, fijar unos horarios flexibles de entrada y salida es una buena forma de comenzar, pero si queremos fomentar la conciliación de verdad tenemos que dar un paso más y ser flexibles a lo largo de toda la jornada. Pese a lo que piensa mucha gente, este tipo de medidas que apuestan por la libertad reducen significativamente las tasas de absentismo laboral.
Mejorar los permisos legales
Tus empleados agradecerán que en momentos importantes de su vida seas empáticos con ellos. Por eso, ya sea en relación al permiso de maternidad o a los días que corresponden por operar a un familiar cercano, te recomendamos que dialogues con tus trabajadores, les preguntes qué necesitan y, si es posible, se lo concedas. Te lo agradecerán.
Cada empleado es distinto, escúchales
Cuando hablamos de conciliación laboral siempre se nos vienen a la cabeza las familias, pero las personas sin hijos o personas con mayores a cargo también quieren disfrutar de su vida. Quizá las necesidades de uno y otro no tengan nada que ver, así que antes de implantar medidas comunes, ¿por qué no tienes una charla con ellos y les preguntas directamente qué les gustaría hacer que ahora no pueden?