¿Conoces los diferentes tipos de reducción de jornada laboral? ¿Cuánto tiempo pueden durar y cómo gestionar la solicitud desde el departamento de RRHH? ¡Todas las respuestas aquí!
La reducción de la jornada laboral es un tema muy relevante en el ámbito laboral, ya que ofrece a las personas la oportunidad de adecuar sus horarios a sus necesidades personales, familiares o de salud. En este artículo vamos a comentar en detalle qué es la reducción de jornada, qué dice el Estatuto de los Trabajadores acerca de esta figura, cuáles son las ventajas y desventajas de optar por este tipo de jornada y cómo debe solicitarse de manera efectiva.
¿Qué es la reducción de la jornada laboral?
La reducción de la jornada laboral es una modalidad de empleo que implica una disminución de las horas de trabajo de una persona empleada en comparación con la jornada laboral estándar a tiempo completo. Este cambio puede ser temporal o permanente y se realiza con el objetivo de permitir al personal empleado conciliar sus responsabilidades laborales con sus compromisos personales o familiares.
¿Qué dice el Estatuto de los Trabajadores sobre la jornada reducida?
En España, el Estatuto de los Trabajadores regula la jornada reducida en el artículo 37.6, donde establece que:
- Todas las personas empleadas tienen derecho a solicitarla.
- El principal motivo para solicitarla es la necesidad de cuidar a una persona a su cargo, que puede ser un menor de 12 años, una persona con discapacidad, el cónyuge o pareja de hecho o un familiar de hasta segundo grado de consanguinidad o afinidad, tanto propio como del cónyuge o de la pareja de hecho.
- Una vez aprobada la reducción, el salario disminuirá de forma proporcional a la misma.
- En la mayor parte de los casos, la reducción será, como mínimo, de un octavo de la jornada y, como máximo, de la mitad.
- Las empresas están obligadas a considerar y evaluar estas solicitudes de manera razonable. No obstante, en el caso de que dos o más personas soliciten la reducción al mismo tiempo y con el mismo derecho, la empresa puede limitar la concesión dependiendo de las razones fundadas y objetivas de funcionamiento.
Derechos y obligaciones del empleado y empleador respecto a la reducción
Según el artículo 37 del Estatuto de los Trabajadores, toda persona empleada que trabaje por cuenta ajena tiene derecho a obtener la reducción de la jornada laboral. Esta puede venir motivada por lactancia, cuidado de hijas e hijos, familiares o de mayores, por estudios, guarda legal, entre otras causas que veremos más adelante.
Para optar a la reducción de jornada, la persona empleada debe realizar una solicitud formal con 15 días de antelación, argumentando sus razones e indicando el nuevo horario deseado, así como hasta cuándo requiere mantenerlo. Ante la petición, el empleador tiene la obligación de evaluarla y, si corresponde y no afecta significativamente a la productividad y al funcionamiento de la organización, concederá la reducción de horas solicitada.
Por otra parte, cabe destacar que la empresa también tiene puede imponer medidas que afecten a la jornada, reduciéndola la misma por motivos económicos, técnicos, organizativos, relacionados con la producción o por causas de fuerza mayor. En estos casos, la organización puede recurrir a los expedientes de regulación de empleo (ERE), a los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE) o a la suspensión del contrato de trabajo.
Ventajas de la reducción de la jornada laboral
La reducción de la jornada laboral implica ventajas y beneficios, no solo para la persona que la solicita, sino para la empresa que debe concederla. Algunas de las más interesantes son:
Aumento de la productividad
Aunque disminuya el tiempo de trabajo, la reducción de la jornada puede aumentar la productividad de las personas empleadas, ya que les permite mantener el equilibrio entre su vida laboral y personal, reduciendo la fatiga y el estrés y mejorando la concentración.
Ahorro de tiempo
La reducción de la jornada y, en consecuencia, del tiempo efectivo de trabajo, provoca una optimización de la labor profesional, eliminando reuniones innecesarias o pausas excesivamente largas.
Menos bajas por enfermedad
La flexibilidad en la jornada laboral reduce el estrés de las personas empleadas, lo que a su vez contribuye a mejorar su salud y bienestar, rebajando la cantidad de bajas por enfermedad.
Creación de más puestos de trabajo
La reducción de la jornada laboral puede implicar la creación de más puestos de trabajo para cubrir las horas que la persona que disminuido.
Conciliación personal y familiar
La posibilidad de ajustar la jornada laboral permite a las personas empleadas equilibrar sus responsabilidades familiares y laborales de manera más efectiva.
Menos absentismo
Cuando la jornada laboral se adapta a las necesidades de las personas empleadas, se reduce la probabilidad de que estas falten al trabajo, lo que repercute positivamente en los ritmos de trabajo y la productividad de la compañía.
Retención del talento
La posibilidad de reducción de jornada puede ayudar a retener al personal más valioso, que de otra manera podría abandonar la empresa en busca de una mejor conciliación entre el trabajo y la vida personal.
¿Qué tipos de reducción de la jornada laboral existen?
La legislación vigente contempla distintos tipos de reducción de la jornada laboral, cada uno de los cuales está destinado a cubrir diferentes necesidades y circunstancias. Algunos de los tipos más comunes son:
Por causas económicas, técnicas, organizativas o de fuerza mayor
En este caso, la iniciativa de reducir la jornada laboral no parte de la plantilla, sino de la empresa, que puede solicitarla en casos excepcionales, como un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo). Cuando la reducción es iniciativa de la empresa, puede ser de entre un 10% y un 70%. En caso de ERTE, la empresa abona a la persona empleada las horas trabajadas y el SEPE completa la cantidad hasta el salario habitual de la persona.
Jubilación parcial
Las personas empleadas a punto de jubilarse pueden optar por una reducción de jornada parcial mientras se preparan para la jubilación. Para que la reducción sea aprobada, jornada y salario deben aminorarse entre el 25% y el 50% y la empresa debe realizar un contrato de relevo, es decir, el puesto no puede quedar vacante.
Víctimas del terrorismo o de violencia de género
Las personas que han sufrido situaciones traumáticas como el terrorismo o la violencia de género pueden solicitar una reducción de jornada, con su correspondiente disminución del salario, para atender sus necesidades personales y emocionales.
Maternidad y paternidad
Los padres y las madres pueden reducir su jornada laboral para cuidar de sus hijos e hijas durante sus primeros 12 años de vida.
Lactancia
Las madres y los padres de bebés lactantes tienen derecho a una hora de ausencia diaria, sin pérdida de salario, para la lactancia hasta que el bebé cumple nueve meses. En el caso de parto múltiple, el tiempo de permiso se incrementa de forma proporcional al número de bebés. Este tipo de reducción aplica también en el caso de que el neonato haya nacido de forma prematura y esté hospitalizado.
Cuidado de familiar enfermo
Las personas empleadas pueden reducir su jornada para cuidar a un familiar de hasta segundo grado que no pueda valerse por sí mismo, ya sea por enfermedad, discapacidad, edad o accidente.
Hospitalización
En caso de hospitalización de un menor de 18 años, las personas empleadas pueden solicitar una reducción de jornada temporal para ofrecerle los cuidados necesarios. Este tipo de reducción aplica también en el caso de enfermedad grave, aunque no requiera hospitalización.
Estudios
Aunque no existe la figura de la reducción de jornada laboral por estudios, las personas estudiantes pueden ausentarse de su puesto, adaptar su jornada e, incluso, cambiar sus turnos para acudir a los exámenes. En este caso la reducción conlleva el descuento proporcional en la base salarial, los días de vacaciones y los complementos salariales.
Sin motivo
El Estatuto de los Trabajadores no contempla el derecho de reducción de la jornada laboral sin alegar ningún motivo, por lo que este derecho no existe en la legislación española. En el caso de que una persona empleada desee reducir su jornada de trabajo sin que se cumpla alguno de los motivos específicos, deberá negociar el cambio directamente con la empresa.
¿Cómo se solicita la jornada reducida?
Realizar una solicitud de jornada reducida es un proceso sencillo, pero hay que cumplir con determinados plazos y requisitos para que sea tenida en cuenta y, posteriormente, aprobada.
Plazos de solicitud
La persona empleada debe presentar su solicitud de reducción de jornada al departamento de Recursos Humanos con, al menos, 15 días de antelación a la fecha en que desee que comience la reducción. Por su parte, la empresa dispone de un periodo máximo de 15 días para responder. Si no manifiesta una oposición clara y justificada dentro de dicho plazo, se considerará que la solicitud ha sido aceptada automáticamente.
Requisitos
Los requisitos para solicitar una reducción de jornada pueden variar según la tipología y las circunstancias individuales de la persona empleada, aunque todas las solicitudes tienen requisitos comunes:
- Haber pertenecido a la misma empresa durante, al menos, los 12 meses anteriores a la solicitud.
- Tener un motivo justificado para solicitar la reducción.
- No afectar a la prestación de servicios esenciales de la compañía, teniendo en cuenta que la definición de los que constituye o no servicios esenciales corresponde a la empresa.
- En la solicitud de reducción, la persona empleada propone el horario del que quiere disfrutar, pero es la empresa la que tiene la última palabra. En caso de que no haya acuerdo, será un tribunal quien decida.
¿Es obligatorio justificar un motivo para reducir la jornada?
Como ya hemos mencionado, el Estatuto de los Trabajadores no prevé que las personas empleadas puedan solicitar la reducción de su jornada laboral sin alegar ningún motivo concreto, sino, simplemente, con el objetivo de conciliar su vida laboral y personal.
En el caso de que la persona no alegue ninguno de los motivos recogidos en el Estatuto, tendrá que contactar con el departamento de Recursos Humanos y justificar debidamente la causa de reducción de jornada, demostrando que dicha reducción no va a afectar a la productividad y el ritmo de trabajo de la compañía.
¿Puede la empresa negarse a la reducción de jornada?
La empresa no puede negarse a la solicitud de reducción de jornada. En caso de hacerlo, debe justificar los motivos de su decisión con relación a sus necesidades productivas y operativas. Es decir, debe alegar que la concesión de dicha reducción tendría un impacto negativo importante sobre la propia organización y su funcionamiento.
En caso de evidenciarse por parte de la organización abusos de derecho o una falta de buena fe, la persona empleada podría tomar acciones legales alegando daños y perjuicios.
Por otra parte, en lo respecta a la nueva reducción de la jornada laboral a 37,5 horas en la que está trabajando el Gobierno, según las últimas informaciones el Ministerio de Trabajo y Economía planea aplicar sanciones de hasta 10.000 euros por persona empleada (y no de forma global) a todas las empresas que no cumplan con el registro horario y la reducción laboral. Como mínimo, las multas podrán ser de 1.000 a 2.000 euros, en su grado medio, de 2.001 a 5.000 euros y, en grado máximo, de 5.001 a 10.000 euros.
Cómo gestionar la jornada reducida de forma efectiva
Gestionar una jornada reducida de manera efectiva puede suponer un reto para el departamento de Recursos Humanos de la empresa, que tiene la responsabilidad de planificar y comunicarse con la plantilla. Asimismo, debe establecer horarios claros y asegurar que se cumplen las responsabilidades laborales, garantizando una comunicación abierta y fluida con el equipo.
Además, la gestión implica calcular las retenciones de salario que se deben practicar a las personas en reducción de jornada, mantener un calendario de horarios actualizado en tiempo real y gestionar turnos de trabajo, fichaje y ausencias de las personas empleadas, para lo que puede ser muy útil contar con un software de recursos humanos.
Horarios de la jornada reducida
Los horarios de una jornada reducida pueden variar según las necesidades de la persona y el motivo de la reducción. En determinados casos, como la guarda legal y el cuidado de familiares menores o discapacitados, la reducción mínima es de una octava parte, como mínimo, y la mitad como máximo.
Por su parte, para cuidar a una hija o un hijo que permanece en hospitalización o con una enfermedad grave acreditada, la reducción es como mínimo del 50% de la jornada y no hay una estipulación máxima. El reto desde el punto de vista de la empresa es conjugar las preferencias de las personas empleadas en cuanto a turnos y horarios con las necesidades productivas.
¿Cuánto cobra un empleado en jornada reducida?
Por regla general, en una reducción de la jornada laboral, la disminución del salario es proporcional al tiempo de trabajo que se lleva a cabo. No obstante, hay excepciones en los que no hay disminución salarial. Es el caso de las reducciones que se dan por lactancia o por hospitalización de una hija prematura o hijo prematuro, los cuales son fundamentalmente permisos laborales.
En cualquier caso, la empresa debe proporcionar a la plantilla información clara sobre el salario y los beneficios asociados a la jornada reducida. Asimismo, debe gestionar correctamente los salarios de cada persona, una labor sobre la que un software de nómina puede ser un gran aliado.
¿Cuánto dura la jornada reducida?
La duración de una jornada reducida puede alargarse, como máximo, mientras dure la razón que la ha motivado. Por ejemplo, en el caso de las personas empleadas con hijas e hijos menores de 12 años, la jornada reducida será efectiva, como máximo, hasta esa edad, aunque la persona puede solicitar la recuperación de la jornada completa en cualquier oportunidad antes de ese momento.
¿Cómo afecta la reducción de jornada a la empresa?
La reducción de jornada puede tener un impacto en la organización y la carga de trabajo, por lo que es importante que la empresa planifique y gestione adecuadamente las transiciones. Y es que, bien gestionada, también puede llevar a una mayor satisfacción y retención de la plantilla.
Además, cabe recordar que la reducción de jornada afecta a:
- Las cotizaciones de la persona empleada.
- La eventual prestación por desempleo a la que puede tener derecho la persona acogida a la reducción.
Por todo ello, resulta imprescindible contar con personal que tenga el conocimiento necesario para gestionar la nómina de las personas en reducción, contar con expertos en el tema o gestionar los salarios con un software específico.
¿Qué retos conlleva la reducción de la jornada laboral?
Existen diferentes desafíos que las empresas deben abordar ante la reducción de la jornada laboral, siendo estos algunos de los más destacados:
- Reorganizar tareas: es necesario redistribuir las responsabilidades y funciones para evitar una disminución de la productividad y rentabilidad empresarial. Esta reestructuración puede requerir la inversión en soluciones tecnológicas y cambios en la cultura empresarial. Asimismo, es fundamental promover un buen balance entre la vida y el trabajo.
- Afrontar los costes operativos: hay que valorar si se requiere la incorporación de nuevos perfiles o realizar ajustes de turnos de trabajo.
- Asegurar una comunicación interna transparente: es importante que la plantilla se mantenga informada de la implementación de la reducción de jornada y de las medidas que la empresa va a adoptar para adaptarse a esta nueva realidad.
- Garantizar el cumplimiento del registro horario en la reducción de la jornada: gestionar turnos y cuadrar horarios puede ser una misión imposible para los departamentos de gestión de personas. Por ello, es clave contar con el apoyo de soluciones tecnológicas que faciliten la gestión del tiempo, así como los fichajes, acorde con la normativa vigente.
Buenas prácticas para la reducción de jornada
Reducir la jornada de trabajo trae consigo varios beneficios, como el incremento de la productividad, la mejora de la conciliación o la disminución del absentismo, tal y como hemos visto anteriormente. Eso sí, para ser partícipes de estas ventajas hay que gestionar el proceso de reducción de horas laborales correctamente. Algunas recomendaciones para lograrlo:
- Mantener al día los calendarios laborales y gestionar turnos con eficiencia y agilidad. Para ello, existen soluciones en gestión del tiempo que facilitan la planificación de turnos y calendarios, el fichaje multicanal, el control de ausencias y la gestión de solicitudes, más allá de estar cumpliendo con la ley. Nuestro software de control horario es un buen ejemplo de ello.
- Garantizar una buena comunicación entre la plantilla, los/as mánagers y los/as responsables de los departamentos de RRHH. Es muy recomendable contar con un portal de la persona empleada, ya que esta solución permite ofrecer una retroalimentación continua entre las partes implicadas y optimizar procesos.
- Realizar evaluaciones del desempeño es muy útil para valorar el rendimiento del equipo y estimar su productividad con la reducción de jornada.
- Utilizar un software de nómina es clave para automatizar el cálculo del salario acorde con la reducción de horas. Además, agiliza el proceso y reduce la posibilidad de cometer errores, que son más comunes al realizarse el trámite manualmente.
- Apoyarse en especialistas en gestión del talento para fomentar entornos laborales positivos y productivos ante la reducción de la jornada, ya sea a través del aprendizaje, los servicios de consultoría estratégica o la adecuación de la cultura organizacional.
- Emplear herramientas digitales colaborativas que sirvan de apoyo a los/as profesionales para conservar la productividad y la eficiencia. Al mismo tiempo, se evita la sobrecarga de trabajo y la contratación de más personal del necesario.
Posibles condiciones excepcionales
Ya hemos hablado de los casos más habituales en los que se puede solicitar, y conseguir, la reducción de jornada laboral, pero además es necesario tener en cuenta determinadas condiciones excepcionales que pueden ocurrir en ciertos casos.
Reducción de jornada y ERE o ERTE
En situaciones de ERE (Expediente de Regulación de Empleo) o ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), la reducción de jornada puede ser una alternativa a los despidos, lo que permite a la empresa mantener a su plantilla mientras ajusta sus operaciones.
En este caso, la empresa debe hacerse cargo del porcentaje de salario correspondiente a las horas de trabajo efectivo de la persona en reducción, mientras que la Seguridad Social abonará el resto, hasta completar la nómina habitual de la persona.
Despido y reducción de jornada
La reducción de jornada no debe emplearse como una medida de despido encubierto. En el caso de que se produzca un despido durante el período de reducción de jornada, este debe tener una causa legal: despido disciplinario, colectivo, de mutuo acuerdo, por finalización de contrato o por dimisión de la persona interesada. En cualquier otro caso, el despido se considerará nulo.
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