El estilo de liderazgo inclusivo permite crear entornos de trabajo basados en la diversidad, el respeto y la igualdad de oportunidades. Pero ¿qué implica esta forma de liderar a un equipo? ¿Cuáles son los valores diferenciales de los/as líderes inclusivos/as? Te damos todos los detalles en este artículo.
Fomentar un liderazgo inclusivo en las organizaciones es fundamental para construir equipos diversos y equitativos, evitando la formulación de sesgos inconscientes en la gestión del talento. Practicar la escucha activa, incentivar la participación, así como la diversidad en los procesos de selección y contratación, son algunas de las estrategias clave para liderar desde la inclusividad.
¿Qué es el liderazgo inclusivo?
El liderazgo inclusivo se caracteriza por promover la diversidad y la igualdad de oportunidades en una organización. Por tanto, es una forma de liderazgo empresarial innovadora que potencia la accesibilidad a todos los niveles.
Liderar de forma inclusiva propicia entornos profesionales más colaborativos y diversos, con una cultura empresarial que destaca por la heterogeneidad, la tolerancia y la igualdad de trato. Por ello, los/as líderes inclusivos/as comparten unos elementos clave, como la escucha activa, la empatía, la apertura a la diversidad y un espíritu colaborativo.
¿Qué características tiene este tipo de liderazgo?
Las personas que lideran con un enfoque inclusivo e impactan de forma positiva sobre su plantilla y el crecimiento de la empresa, desarrollan una serie de acciones que se caracterizan por estos factores:
- Diversidad: practican la atracción y fidelización del talento priorizando la diversidad. Por tanto, se centran en construir equipos que cuentan con habilidades y experiencias diferenciales para fomentar la innovación en la empresa. Asimismo, la variedad de razas, edades, géneros, entre otras características, contribuyen a crear una plantilla con distintas visiones y aportaciones culturales.
- Igualdad de oportunidades: se comprometen con el fomento de la equidad para que todas las personas empleadas y candidatas de serlo cuenten con las mismas opciones de prosperar en la compañía.
- Empoderamiento de los miembros del equipo: buscan capacitar a las personas para que se sientan con la libertad de aportar sus ideas y ser parte activa en el desarrollo de proyectos. De esta forma, su participación contribuye en la toma de decisiones y se fomenta su autonomía en el trabajo.
- Comunicación abierta: escuchan activamente a los miembros del equipo y tienen muy en cuenta sus opiniones y sugerencias.
- Empatía hacia las diferencias culturales: muestran una entera sensibilidad por los valores culturales de cada integrante, comprendiendo cada realidad. Asimismo, facilitan la adaptación a las personas de distinta procedencia y procuran atender sus necesidades.
- Diversidad de pensamiento: las personas que lideran de manera inclusiva favorecen la generación de nuevas ideas y perspectivas como formas de enriquecimiento empresarial, evitando imponer un patrón estricto, propio del modelo de liderazgo convencional.
Por todo ello, podemos decir que los/as líderes inclusivos/as destacan por tener una gran capacidad de empatía y escucha activa, fomentando el empoderamiento, la colaboración y la transparencia. Igualmente, poseen excelentes habilidades de inclusión, así como la valiosa capacidad para prevenir cualquier tipo de prejuicio y discriminación en el ámbito profesional.
¿Por qué es fundamental implementar el liderazgo inclusivo en las organizaciones?
Liderar de forma inclusiva es sinónimo de diversidad, equidad y bienestar de los equipos. Con lo cual, este estilo de liderazgo es el pilar sobre el que se construye la atracción y la fidelización del talento de éxito, fomentándose así el employer branding en las organizaciones. Veamos, a continuación, algunas de las razones por las que el liderazgo inclusivo es una fórmula ganadora:
- Incrementa la productividad y la rentabilidad gracias al espíritu colaborativo y la no discriminación.
- Favorece la toma de decisiones, ya que estas se nutren de distintas visiones y razonamientos.
- Fortalece el engagement laboral y la conexión emocional hacia la empresa.
- Posibilita que las organizaciones contacten con otras culturas y accedan a nuevos mercados.
- Fomenta la creatividad y la constante innovación.
Beneficios directos de este tipo de liderazgo
Son muchos los beneficios del liderazgo inclusivo, tanto para las propias empresas como para sus equipos:
- Creatividad: al fomentarse la diversidad de profesionales, se generan distintos puntos de vista e ideas que contribuyen al desarrollo de enfoques inspiradores y potenciales para el crecimiento de los negocios.
- Innovación: fruto del espíritu creativo de las mentes diversas, resurgen soluciones y procesos innovadores que marcan la diferencia en el mercado.
- Mayor compromiso laboral y retención del talento: contar con líderes que respetan y reconocen el valor de las personas empleadas, refuerza sus intenciones de permanecer y crecer en la organización, incrementándose su fidelización.
- Satisfacción en el lugar de trabajo: las personas empleadas se sienten más escuchadas y consideradas, lo cual contribuye a que estén más satisfechas y motivadas con su trabajo, propiciándose un clima laboral favorable.
- Toma de decisiones: el liderazgo inclusivo favorece la participación y la escucha activa y, por ende, las decisiones se basan en fundamentos más sólidos y premeditados. Se valoran de forma más amplia y efectiva los pros y contras en cada situación.
- Reputación empresarial: las empresas que valoran y fomentan el talento diverso destacan por su ética y responsabilidad social corporativa, lo que puede otorgarles una posición competitiva en el mercado.
Cómo implementar una estrategia de liderazgo inclusivo
No cabe duda de que liderar desde la inclusión y la diversidad reporta numerosas ventajas a las empresas y a sus personas empleadas, pero ¿cómo obtener estos beneficios? Lo cierto es que hay unos aspectos clave que cualquier estrategia de liderazgo inclusivo debe contemplar, como un firme compromiso y la implicación de los miembros que integran la organización:
- Compromiso: los/as líderes inclusivos deben mostrarse comprometidos/as en el fomento de equipos y enfoques basados en la diversidad, mediante acciones que así lo demuestren.
- Cultura organizacional: es necesario que los/as líderes integren valores de respeto y colaboración en el ADN de la empresa. Esto puede lograrse promoviendo la transparencia, la tolerancia y la empatía, tomando las diferencias como una forma de enriquecer la cultura empresarial.
- Fijar metas y objetivos: marcar propósitos alcanzables y medibles, alineados con la estrategia corporativa, es clave para materializar un liderazgo inclusivo eficaz. Algunos ejemplos serían aumentar la representación de grupos minoritarios en puestos de liderazgo o reducir la brecha salarial.
- Realizar políticas y prácticas inclusivas: esto implica implementar políticas relacionadas con la no discriminación, la flexibilidad horaria, la conciliación laboral, la contratación sin sesgos inconscientes, la promoción profesional, etc.
- Formación a personas empleadas: es fundamental educar a los equipos en materia de diversidad e inclusión en los entornos profesionales para que todo el talento sea bienvenido y valorado.
- Diversidad en la contratación: los procesos de reclutamiento y selección de personal deben abrirse a la recepción de candidaturas diversas y con distintas procedencias y orígenes culturales. Gracias a esta heterogeneidad, se constituyen equipos más equitativos y representativos.
- Fomento de la participación activa: ofrecer espacios de diálogo y feedback donde las personas empleadas puedan expresarse y sentirse escuchadas, forja entornos de trabajo de confianza y respeto. En este sentido, es esencial propiciar una comunicación interna transparente y eficiente mediante encuestas, reuniones y soluciones como el Portal de la Persona Empleada de Grupo Castilla.
- Medición y seguimiento: tan importante es promover la inclusión como evaluar si las políticas implementadas para este fin están dando sus frutos. Así pues, hay que definir métricas que proporcionen información sobre los resultados de las iniciativas desarrolladas. Las tasas de retención y satisfacción del talento, así como los índices de equidad salarial son algunos indicadores clave.
¿Cómo evaluar el estado general de inclusión en la empresa?
Hablábamos de la importancia de medir cuál es el retorno del liderazgo inclusivo para valorar la efectividad de las acciones implementadas, pero ¿cómo hacerlo? Repasamos cuáles son los indicadores que no debemos perder de vista:
Fuerza laboral
A la hora de valorar la diversidad en la empresa, uno de los indicadores más representativos es el porcentaje de miembros en función de criterios distintivos, como el género, la edad, la raza, la cultura, la orientación sexual… De ellos/as habría que saber cuántos ejercen como líderes, responsables de departamento, personal base, entre otros rangos.
Retención del talento
La tasa de retención del talento desvela información muy valiosa sobre la satisfacción y el compromiso de las personas empleadas, dando a ver qué tan respetadas y reconocidas se sienten en la empresa, así como sus intenciones de permanecer en esta o no a largo plazo.
En este caso, también entra en juego el índice de rotación de personal. La idea es analizar los niveles de fidelización y de movilidad, en función de aspectos que pueden dar lugar a diferencias, como la edad, la raza o el género.
Crecimiento profesional de las personas empleadas
Independientemente de sus orígenes, edad, género y otros valores, ¿las personas que integran la organización tienen las mismas oportunidades de desarrollarse en la empresa? Debemos evaluar si las posibilidades de adquirir nuevas habilidades y/o de promocionar de forma interna son equitativas para todo el equipo.
Programas de desarrollo y formación
También hay que analizar si todas las personas empleadas tienen acceso a fomentar su aprendizaje en la organización y si se ofrece formación continua en diversidad, equidad e inclusión. Además, es importante estimar cuál es la tasa de participación en los programas de capacitación profesional.
Encuestas de satisfacción de personas trabajadoras
Implementar encuestas de forma regular permite conocer la percepción que las personas empleadas tienen sobre el ambiente inclusivo de trabajo. Es por ello que realizar un estudio del clima laboral y un análisis de la satisfacción del personal empleado puede dar nociones claras sobre los niveles de diversidad y equidad de los entornos profesionales.
En este punto, es recomendable contar con especialistas en Consultoría Estratégica de RRHH capaces de realizar un diagnóstico organizacional y de analizar el clima laboral de la organización para desarrollar el mapa de posicionamientos actitudinales de la plantilla. Así, es posible generar planes de acción que potencien la satisfacción, el bienestar y el compromiso de la plantilla.
Diversidad en los procesos de selección y contratación
Se trata de analizar los procesos de selección y contratación y, para ello, se pueden revisar métricas como la representación de distintos grupos demográficos. Asimismo, es indispensable que los equipos de reclutamiento estén capacitados en prácticas de captación de talento inclusivas.
Por otra parte, disponer de un sistema ATS puede ayudar a mitigar los sesgos inconscientes en los procesos de selección de personal. Esta herramienta permite filtrar los CV siguiendo criterios objetivos fijados previamente, poniendo el foco en la búsqueda de competencias y habilidades potenciales, sin que influyan las características demográficas y personales en la contratación.
Reconocimiento y premios
¿La empresa está reconocida por sus prácticas inclusivas? Valorar los premios y distinciones, como las certificaciones que la organización recibe de forma externa por su labor en la promoción de la diversidad y la equidad, por ejemplo, también es una forma de conocer el grado de compromiso de la compañía con el liderazgo inclusivo.
Reducción de casos de discriminación
Comprobar que las observaciones y reportes sobre casos de discriminación o exclusión se reducen, es un buen reflejo de que el entorno de trabajo transmite diversidad e inclusividad.
Compromiso de la dirección
Presenciar que la alta dirección se involucra activamente en la estrategia de liderazgo inclusivo denota el compromiso de la empresa en el desarrollo de políticas inclusivas. Algunas acciones que evidencian esta implicación incluyen la comunicación de objetivos en materia de inclusión, su participación en las iniciativas y el respaldo continuo a prácticas de equidad y diversidad en toda la organización.
Ejemplos de líderes inclusivos y su labor de transformación
Si nos fijamos en el contexto profesional, hay figuras ampliamente reconocidas por sus dotes para el liderazgo inclusivo. Hablamos de CEOs que, por su gran labor, se han convertido en líderes referentes en materia de diversidad, inclusión y equidad en el ámbito empresarial:
Satya Nadella, CEO de Microsoft
Como CEO de Microsoft, Satya Nadella ha promovido una cultura de inclusión y empoderamiento en toda la compañía, priorizando una mentalidad de crecimiento y practicando el respeto por la diversidad. Bajo el paraguas de su liderazgo, Microsoft se ha situado como una de las compañías tecnológicas más inclusivas.
Mary Barra, CEO de General Motors
La CEO de General Motors, Mary Barra, es conocida por ser la primera mujer en liderar una empresa de la industria automotriz global. Destaca por haber fomentado las políticas de diversidad y programas de igualdad de género en la compañía. De esta forma, ha propiciado un ambiente laboral respetuoso y equitativo para todas las personas de su equipo.
Ana Botín, presidenta de Banco Santander
La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha contribuido a la sociedad mediante acciones que fomentan el crecimiento sostenible e inclusivo, afirmando que «la diversidad no solo tiene sentido si creamos el entorno adecuado. No se trata simplemente de políticas y cuotas, sino de un cambio completo en que las empresas operan, contratan y promocionan a las personas, para así embeber la diversidad en la cultura de una organización«.
En definitiva, el liderazgo inclusivo es el punto de partida para construir equipos diversos y en igualdad de oportunidades, donde cada voz cuenta y se forma un ambiente de colaboración y respeto. Este enfoque no solo mejora el compromiso y la satisfacción de las personas empleadas, sino que también impulsa la innovación y el crecimiento de las organizaciones
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