Dicen que al mal tiempo buena cara y que todo esto pasará. Precisamente, si algo estamos aprendiendo en estos días es que tanto personas como empresas debemos reinventarnos si queremos salir reforzados.
Por este motivo, los tiempos de incertidumbre que atravesamos, disparan nuestra innovación en busca de nuevas soluciones, reducir costes y/o acceder a nuevos conocimientos.
Cuando hablamos de innovación en RRHH solemos evocar a novedades en el producto de gestión. Pero existen otros tipos como la innovación de proceso y la de organización. Eso sí, en todas ellas la tecnología y los programas informáticos juegan un papel fundamental en términos de eficiencia.
Un ejemplo es la transformación que experimenta el sector de los RRHH que, sin duda alguna, debe ir acompañada de la implementación de soluciones de gestión de personas para optimizar tiempo y recursos en el departamento y, por ende, en la organización. No obstante, si a esto le sumamos la eficacia de una dirección por procesos, podremos romper silos departamentales y fomentar estructuras organizativas de trabajo dinámicas e interconectadas. A continuación, te contamos algunas recomendaciones para fomentar esta cultura de trabajo ágil.
Planificación estratégica, primeros pasos
En nuestro post anterior te contábamos cómo podía ayudarte una reorganización estratégica de plantilla, comprendida como una técnica no destructora que persigue dimensionar la fuerza laboral. Ahora vamos a ver cómo puede ayudarnos una reorganización por procesos, mediante planificación estratégica.
Un primer análisis nos ayudará a detectar aquellas áreas clave que deben abordarse y nos dará pistas sobre posibles desafíos que nos encontraremos. También deberemos identificar el estadio deseado y ordenar las prioridades y objetivos acorde con la estrategia corporativa. Para esta planificación es necesario tener en cuenta: el impacto, la viabilidad y el esfuerzo. Y como no podía ser de otra manera, en plena revolución industrial 4.0, no podemos obviar el gran aliado tecnológico para incrementar la productividad. En este aspecto, es necesario adecuar la digitalización de las unidades productivas, asegurando así su optimización.
Beneficios de la reorganización por procesos:
- Romper barreras departamentales y funcionales
- Simplificar procesos y evitar duplicidades
- Mejorar la comunicación interna
- Reducir costes transaccionales
- Incrementar la satisfacción laboral
- Aumento de la productividad
Por último, ante cualquier cambio o transformación, el mayor facilitador son las personas, el equipo escogido para llevarlo a cabo. Por ello es de vital importancia poder posicionar a todos los empleados y empleadas de la organización en la curva de adopción de la innovación. Este ejercicio te permitirá identificar a los conocidos early adopters, tus mejores aliados internos.
Aquellos esfuerzos que parecen más complejos, tanto en grupo como individualmente, a veces, solo suponen que salgamos de nuestra zona de confort. Yois Haro, Coordinadora SAU en Grupo Castilla.
¿Cómo puede ayudar esto a mi empresa?
En un mundo cada vez más competitivo y global, el crecimiento empresarial es un must si queremos asegurar la continuidad del negocio. Ante este escenario, muchos de nosotros nos preguntamos ¿cómo optimizar nuestra organización para impulsar ese crecimiento empresarial? Frente a este reto, solemos desanimarnos por la complejidad que entraña y, aún más, en el contexto actual. En este caso conviene recordar la frase de Séneca: “Quizás no nos atrevemos a hacer muchas cosas porque son difíciles o son difíciles porque nunca nos hemos atrevido a hacerlas”.
Con esto queremos lanzar un mensaje de ánimo a todas las organizaciones, no todo está inventado; hay mucho por hacer. Si observarnos nuestro alrededor, veremos muchas marcas que han reestructurado sus campañas publicitarias llenándolas de mensajes inspiradores, de acuerdo con la situación. Otras han adoptado una mentalidad startup y han diseñado nuevas líneas de negocio en tan solo 5 días, cuando antes tardaban meses. Inclusive competidores que se han aliado para trabajar por un objetivo común. Quizás sea un buen momento para reinventarnos y abordar aquellos proyectos estratégicos que nunca llevamos a cabo. Y recuerda; al mal tiempo, innovación.
