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Cómo funciona la formación bonificada para empresas

Publicado el 10 septiembre, 2024 - Modificado el 10 septiembre, 2024

Te explicamos en qué consiste la formación bonificada, qué requisitos deben cumplir las empresas para bonificar un curso y cómo calcular los créditos de FUNDAE para enriquecer el desarrollo del personal empleado.

Fomentar el aprendizaje de la plantilla es sinónimo de productividad, competitividad y éxito. En este sentido, la formación bonificada se convierte en una gran aliada para las empresas, ya que les permite ofrecer a sus personas empleadas oportunidades de desarrollo profesional que potencian su talento. Así, los equipos adquieren nuevas competencias y habilidades que terminan traduciéndose en un notable crecimiento empresarial.  

¿Quieres elevar el potencial de tu personal empleado? Descubre qué es la formación bonificada para empresas, cómo se pueden bonificar los cursos en las cuotas de la Seguridad Social y cuáles son todos los requisitos de la gestión.  

¿Qué es la formación bonificada? 

La formación bonificada es un programa del Estado que permite a las empresas ofrecer a sus personas empleadas la opción de formarse mediante cursos relacionados con su puesto de trabajo y tareas asociadas. Se trata de una forma de aprendizaje que no supone un coste añadido para la plantilla, ya que el importe, conocido como crédito para la formación, se puede bonificar mediante las cuotas de la Seguridad Social.  

Este tipo de capacitación también se denomina formación de trabajadores/as programada o continua porque les aporta los conocimientos necesarios para desenvolverse a lo largo de su vida laboral. De hecho, la finalidad de la formación bonificada es incentivar la adquisición de competencias y habilidades de la plantilla en la empresa, fomentando la productividad y la competitividad a nivel global.   

Formación bonificada vs formación subvencionada 

Aunque a priori lo parezca, formación bonificada y formación subvencionada no son términos parejos. Conoce sus principales diferencias: 

  • La formación bonificada no es subvencionada por el Estado. En este caso, las empresas obtienen un crédito que pueden invertir en la formación de sus personas empleadas. Asimismo, las organizaciones pueden bonificar la totalidad o parte del coste de formación y recuperar la inversión en formación realizada para las personas trabajadoras que las integran. 
  • La formación subvencionada engloba los cursos y acciones formativas organizadas por entidades empresariales o sindicales y centros de formación privados que reciben financiación pública en materia de capacitación. Por ende, son formaciones 100% gratuitas y, otra de sus diferencias con la formación bonificada es que los cursos subvencionados no están vinculados a la empresa y no tienen por qué dirigirse a personas empleadas; muchos se enfocan a personas desempleadas que desean fomentar sus conocimientos y habilidades.  

Ventajas de la formación bonificada  

Desde el incremento de la motivación y la mejora del rendimiento laboral hasta el crecimiento profesional y la consecución de logros empresariales. Incentivar el aprendizaje en la plantilla proporciona múltiples beneficios tanto a las personas empleadas como a las empresas. Es por ello por lo que la formación bonificada, como herramienta que fomenta la capacitación, ofrece una buena suma de estas ventajas:  

  • Motivación, productividad y competitividad. Las personas empleadas que actualizan sus conocimientos y acceden a planes de carrera, están más capacitadas y motivadas para dar su lado más productivo. Por ende, gracias a su contribución, las empresas se hacen más competitivas y cosechan más éxitos en el mercado.   
  • Equipo con nuevas habilidades. Nueve de cada diez personas empleadas considera necesario hacer cursos de formación para reciclar su currículum, según datos del Informe de Tendencias en Beneficios para Empleados y Empleadas de Cobee. Gracias al aprendizaje continuo, el equipo puede mantenerse al día de las últimas tendencias y contribuir a proyectos de innovación.  
  • Recuperación de parte de la inversión. Mensualmente, las empresas pagan un porcentaje de la remuneración de su personal empleado en concepto de formación bonificada mediante las cuotas sociales. Por tanto, al implementar programas de formación bonificada, las compañías pueden recuperar una parte del dinero depositado y, en algunos casos, incluso, obtener la totalidad del importe.  
  • Adaptación a las nuevas tecnologías. Adquirir nuevas competencias profesionales es prácticamente una necesidad con la irrupción de la digitalización y ante entornos de trabajo en constante evolución.  
  • Mejora de la imagen corporativa. Las empresas que invierten recursos en el aprendizaje de la plantilla se proyectan como organizaciones que ponen el foco en el valor de las personas, lo cual potencia el employer branding y con ello, la atracción de talento potencial.  
  • Retención del talento. El incremento de la motivación y la productividad, el fomento de las habilidades y la posibilidad de seguir creciendo en la empresa son los frutos del aprendizaje que derivan en una valiosa ventaja: el compromiso y la fidelización de las personas que impulsan las organizaciones.   

¿Qué empresas pueden disfrutar de la formación bonificada? 

Para saber el crédito que la empresa puede obtener en concepto de aprendizaje, debemos fijarnos en el número de personas que la integran. En función del tamaño de la plantilla y de las cotizaciones realizadas, variará la cantidad accesible:  

  • 1-9 personas empleadas: crédito del 100% de la cantidad cotizada. 
  • 10-49 personas empleadas: crédito del 75% del importe cotizado.  
  • 50-249 personas empleadas: crédito del 60% del importe cotizado. 
  • Más de 250 personas empleadas: crédito del 50% de la cantidad cotizada.  

Así, por ejemplo, una plantilla con 300 personas y un pago de cuota de FP en 2024 de 82.000 euros, obtendrá un crédito disponible de (82.000 x 0,50% = 41.000 euros) a consumir entre enero y diciembre de 2025. En las empresas con menos de 50 personas empleadas, es posible acumular el crédito no consumido durante los dos ejercicios siguientes.  

Requisitos 

Cualquier empresa en España que cuente con una y más personas empleadas puede beneficiarse de la formación bonificada. Eso sí, debe estar dada de alta en la Seguridad social y contar con personas empleadas que trabajen por cuenta ajena. Por tanto, las personas trabajadoras del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) no tienen acceso a este tipo de formación continua o programada.  

Por otra parte, y más concretamente, para optar a la formación bonificada de FUNDAE hay unos requisitos específicos:  

  • Los cursos deben durar un mínimo de dos horas y podrán durar más de ocho horas al día si se concentran en una única jornada formativa. 
  • La formación debe impartirse en horario laboral y con grupos de máximo 30 personas en la modalidad presencial y 80 en la modalidad online
  • Los contenidos de los cursos deben relacionarse con el trabajo que desempeña la persona empleada.  
  • La formación tiene que ser 100% gratuita para las personas empleadas que la realicen. 
  • En función de su tamaño, las empresas deben asumir un porcentaje de la financiación de la formación. Asimismo, no podrán recibir bonificaciones por acciones informativas o divulgativas como congresos o seminarios.  
  • Con una antelación de al menos dos días naturales, la empresa tiene que notificar a FUNDAE qué formación va a impartir, dónde y cuánto durará. 

¿Cómo solicitar la formación bonificada paso a paso? 

Para solicitar la formación bonificada, las empresas deben seguir una serie de pasos:  

  • Buscar el curso que se ajuste a las necesidades e intereses de la empresa y sus personas empleadas.  
  • Calcular el crédito disponible para bonificar la formación. 
  • Adquirir el certificado digital de persona jurídica para acceder a la aplicación de FUNDAE y dar de alta a la organización.  
  • Informar a la representación legal de las personas trabajadoras (RLT) sobre la realización de la formación como mínimo 15 días antes.  
  • Notificar el comienzo del curso indicando cuándo, dónde, quién lo imparte y a quién se dirige (como mínimo dos días naturales anteriores a la fecha de inicio de la formación).  
  • Completar la formación al 100% y cumplir con la asistencia. 
  • Comunicar la finalización del curso y aportar la documentación que se requiera.  

Una vez finalizada la formación, la empresa puede bonificarla en el recibo de liquidación de cotizaciones. Para facilitar este proceso es recomendable apoyarse en empresas acreditadas ante FUNDAE, como es Grupo Castilla, que se encargan de realizar los trámites.    

 ¿Cómo se bonifica la formación realizada? 

Para que la empresa recupere los costes de la formación realizada, es fundamental aplicar la bonificación en el boletín de cotización de la Seguridad Social (TC1) correspondiente del mes en que finaliza o dentro del mismo ejercicio fiscal. El importe bonificado no debe superar el crédito de formación que la empresa tenga disponible para ese año.  

¿Quién paga la formación bonificada? 

A diferencia de la formación subvencionada, el pago de los cursos bonificados lo hace la empresa y la persona empleada aportando una cantidad mensual en concepto de formación a la Seguridad Social. De esta forma, las organizaciones pueden utilizar dichas aportaciones como créditos de formación para fomentar el aprendizaje de sus personas empleadas sin mayor coste.  

Formación bonificada para empresas: requisitos y beneficios

FAQs 

Repasamos algunas preguntas frecuentes sobre la formación bonificada para resolver todas las dudas que pueden surgir al respecto:  

¿Qué es FUNDAE? 

La FUNDAE o la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo es la entidad colaboradora y de apoyo técnico del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) que ayuda a las empresas a fomentar el aprendizaje de las personas empleadas al mismo tiempo que facilita el acceso gratuito a la formación profesional.    

Cabe señalar que este organismo estatal no se encarga de impartir los cursos, sino de gestionarlos y ponerlos a disposición de las empresas que así lo requieren. Asimismo, colabora y asiste al SEPE en la planificación, evaluación y seguimiento de iniciativas formativas, a la vez que apoya al Ministerio de Trabajo y contribuye sobre la investigación y el desarrollo de la formación para el empleo.   

¿Qué ocurre si la empresa tiene personas trabajadoras en ERTE? 

Las empresas que desean fomentar el aprendizaje en personas trabajadoras afectadas por ERTE tienen a su disposición un crédito adicional al que le corresponde inicialmente, cuya cuantía varía según el tamaño de la organización: 

  • De 1 a 9 personas empleadas: 425 euros por persona.  
  • De 10 a 49 personas empleadas: 400 euros por persona. 
  • De 50 o más personas empleadas: 320 euros por persona.  

Es importante tener en cuenta que las acciones formativas serán bonificadas si se relacionan con competencias digitales o favorecen la recualificación de estos/as profesionales, independientemente de que tengan o no relación directa con la actividad empresarial. Asimismo, según establece FUNDAE, las formaciones se desarrollarán en la aplicación de la reducción de jornada, la suspensión del contrato, durante el ERTE o en tiempo de trabajo.  

¿Cuánto paga la empresa por la formación bonificada? 

El pago variará según el número de personas empleadas de la organización y, por ende, de la cantidad de crédito que tiene asignada en cada caso. Como hemos visto en el apartado de qué empresas pueden disfrutar de la formación bonificada, en función del crédito que tengan disponible en concepto de formación, el coste será menor o mayor.  

En cualquier caso, aunque la empresa inicialmente deba adelantar el coste de la formación, luego recupera parte de la inversión o su totalidad a través de bonificaciones en sus cotizaciones a la Seguridad Social (hasta el límite de su crédito concedido). Por ejemplo, una compañía con 10 personas empleadas puede bonificarse un 75% del coste invertido en la capacitación.  

¿Qué es el PIF en formación bonificada? 

El Permiso Individual de Formación (PIF) es la autorización que concede la empresa para ofrecer a la persona empleada la posibilidad de conciliar trabajo y aprendizaje, pudiendo dedicar una parte de su jornada laboral a realizar la formación.  

Al otorgar este permiso, la empresa podrá bonificarse por el coste salarial de las horas que la persona trabajadora se haya ausentado (un máximo de 200 horas por año natural) con motivo de su desarrollo profesional y personal.  

¿Qué tipo de formación es bonificable? 

Los créditos de FUNDAE se pueden bonificar con cualquier formación en el contexto profesional y vinculada a la actividad empresarial, así como adaptada a los requisitos y necesidades de cada compañía y equipo que la integra. Algunos ejemplos comunes son: 

  • Cursos de idiomas
  • Formación en competencias digitales
  • Certificados de profesionalidad
  • Gestión de equipos y liderazgo
  • Formación técnica específica.  

¿Estás pensando en impulsar el aprendizaje de tus personas empleadas? Aprovecha el crédito formativo anual de tu empresa para fomentar sus competencias y habilidades profesionales. En Grupo Castilla, te lo ponemos fácil y te ayudamos a gestionar la formación bonificada con agilidad y de forma segura.  

¿Sabías que somos una empresa acreditada ante FUNDAE? Esto significa que nos encargamos de gestionar la formación continua de tu plantilla y de su inclusión en el sistema de bonificaciones. ¡Déjate acompañar por nuestro equipo de expertos y no te preocupes más por este trámite!  

 

 


Un artículo de:
Lorena Jerez
Consultora Experta | Certificación en Grupo Castilla

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